martes, 17 de noviembre de 2015

Nocturno - María A. Mónaco



Nocturno

La noche respiró en mi oído
y arrojó su catarata de luces.
No pude dormir en horas
deshojando el cielo de fuego.
Cortesía de cristal y pestañas.
Decisión milésima de tu brazo.
¿Puedes ver mi huella sin rostro
trepando en rocío hacia la luna?
Busca las canciones de ancestro
que emocionan la piel y los dedos.
No hay secreto en la brisa marina:
el rumor de las sales puede elevarse.
Te espero hace siglos y surcos
en el áureo recodo de las caracolas.

María A. Mónaco